Siempre digo que si alguien me hubiera advertido de lo que sería el puerperio, de lo que sería estar sola horas y horas con mi hija, de lo que sería el dolor en las tetas y en el alma, la sensación de soledad, de sentir que sólo yo me sentía así, de sentir que estaba loca… si alguien me hubiera contado todo eso, mi relación con mi hija hubiera sido diferente, mi maternidad hubiera sido diferente, mi autopercepción hubiese sido diferente. (y ni hablar de  la  lactancia)

Por eso siempre me pareció importante “blanquear” el lado oscuro del puerperio, por más contradictorios que parezcan los términos. 

En la mayoría de mis  consultas terminamos hablando de esto, aunque la  consulta  sea por una mala prendida o por una  mastitis. 

Porque lo  lleva a esas situaciones muchas veces tiene, como trasfondo, esta sensación de “algo no está bien conmigo”. Porque desconocemos totalmente lo que nos pasa durante el puerperio y entonces claro, creemos que estamos enloqueciendo o que nadie  nos entiende. 

Y a esta altura del partido, con tantos  libros escritos al respecto, y con tantos posteos hechos en instagram, una creería que ya no es necesario hablar de esto, que ya todas lo sabemos. 

Que nadie más se  sentiría  mala madre por tener un mal día o por llorar ante el cambio de un pañal que te abruma

Y sin embargo, sigo teniendo que hablar de esto con mis consultantes porque seguimos sin blanquear esto. 

Y las redes no ayudan en nada

Y lo que en mi época te vendían las revistas y la tele, hoy te  lo vende instagram o tiktok

Porque lo  lleva a esas situaciones muchas veces tiene, como trasfondo, esta sensación de “algo no está bien conmigo”. Porque desconocemos totalmente lo que nos pasa durante el puerperio y entonces claro, creemos que estamos enloqueciendo o que nadie  nos entiende. 

Si leyeron los posteos anteriores sobre el tema  (pueden leer un artículo hiper completo al respecto en mi blog) , saben todo lo que nos atraviesa en el puerperio

Por eso no considero que pueda ser color de rosa, ni feliz al 100%

Yo tuve dos puerperios muy muy diferentes. Uno  muchísimo más ameno y amable que el otro. Pero rosa? ninguno. 

Y siento que esa oscuridad es riquísima.

Que si no   pretendemos pasarla por  alto, si nos  animamos a meternos ahí, si nos animamos a mirar todo lo que el puerperio y lxs hijxs nos traen, podremos conocer una versión de   nosotras muy poderosa y hermosa. 

Siempre digo que el puerperio es uno de los momentos más lúcidos de la vida.  Como cualquier crisis vital. Donde todo toma otra dimensión, donde vemos las cosas desde otra perspectiva y desde donde podemos darle valor  a  lo que realmente nos importa. 

Tal vez no es momento de materializar las decisiones, pero estoy segura que es un momento donde tomamos decisiones internas y hacemos cambios grosos aunque nadie los vea. 

Y aunque creo que el  puerperio es duro, es intenso, es abrumador y que a veces sentimos que nos  vamos a volver locas, también creo que es una hermosa etapa donde nos desvelamos, -literalmente- donde se caen los velos y podemos darle a las cosas y a las personas el valor que realmente tienen para nosotras 

Realmente creo que aún hoy es importante hablar del tema, porque te juro que lo que te está pasando, nos pasó a la gran mayoría. No sos sólo vos. Y sobre todo. No sos mala madre por sentir todo lo que sentís. 

No tiene nada que ver con el deseo, y no tiene que ver con el amor. Podes haber recontra deseado ese bebé y seguramente lo amás muchísimo. Y aún así hay días que no soportas más estar ahí con él. 

Me parece fundamental que nos juntemos a hablar de estas cosas, y a hacer catarsis. ¿Qué dicen? ¿Hacemos encuentro? 

Siempre digo que el puerperio es uno de los momentos más lúcidos de la vida.  Como cualquier crisis vital. Donde todo toma otra dimensión, donde vemos las cosas desde otra perspectiva y desde donde podemos darle valor  a  lo que realmente nos importa