Disclamer: no voy a demonizar la leche de fórmula ni creo que una es menos madre por dar la mamadera. Terminemos con ese falso debate de una buena vez. Todas somos las madres que podemos.
La leche de fórmula es un sucedáneo de la leche materna. ¿Qué quiere decir esto? que es un reemplazo cuando, por el motivo que sea, no puede darse la lactancia natural.
Como tal, es un producto artificial, hecho a base de leche de vaca que tiene muchos aditivos y mejorantes.
Básicamente es una mezcla de leche de vaca modificada con un montón de agregados y modificaciones que la hagan no sólo digerible, (un bebé menor de un año no puede tomar leche de vaca común) sino también nutricionalmente apta para los requerimientos de este bebé.
Esto no es una opinión. Esto es un hecho. Así se hacen las leches de fórmula.
Y como reemplazo de la leche materna, debería tratarse como lo que es, un reemplazo en caso de que la madre no pueda dar el pecho a su bebé.
Si tratáramos a la leche de fórmula como un medicamento, los controles de producción, distribución, venta y promoción serían muchísimo más estrictos de lo que son.
No cualquier bebé puede tomar cualquier leche de fórmula.
Por esta razón, si un bebé la necesita, es sólo un profesional de la salud, médicx pediatra o neonatólogx quien puede recetarla.
Que la podamos comprar sin receta (como muchos otros medicamentos) no significa que esté bien aplicarla sin supervisión médica (como cualquier otro medicamento)
Tampoco puede darse a libre demanda, se requiere una cierta dosis según peso del bebé y edad. (como cualquier otro medicamento)
Está altro demostrado ya las consecuencias negativas en la salud de los bebés (e incluso de sus madres) si no son amamantados y sólo reciben leche de fórmula.
A veces esta situación es absolutamente necesaria, y que bueno es que exista esta opción.
Lo que no podemos como profesionales de la salud es seguir diciendo que da lo mismo. Que no pasa nada, que no importa, que dale una mamadera para que duerma.
La leche de fórmula no debería ser la primera opción si la madre tiene leche. Existen múltiples formas de poder alimentar a un bebé con leche materna aún cuando no se pueda establecer la lactancia directa.
Dicho todo esto, si alguna mujer en pleno conocimiento de beneficios y perjuicios decide no amamantar y dar leche de fórmula su hijx está absolutamente en todo su derecho. Porque es su cuerpo y su decisión.
Ni será menos madre, ni el vínculo dejará de establecerse, ni nada de esas cosas.
Pero en estos 10 años de profesión, el 90% de las madres que en teoría elegían dar mamadera era porque no sabían los perjuicios que eso podía traer en la salud de sus hijxs y de sí mismas y creían en la engañosa inocuidad de la fórmula.
Muchas, incluso, creían (por culpa de la publicidad y de profesionales desactualizados) que la fórmula era mejor que su propia leche.
Nada más lejos de la realidad.
Necesitamos imperiosamente desterrar la idea de que la fórmula es igual, o peor aún, que es mejor que la leche materna.
Y tenemos que desterrar la idea de que la lactancia materna nos esclaviza. Hay que poner el cuerpo, si, claro que si. Como lo pusimos para todo el embarazo.
Es agotador y desgastante? si. También. Pero también es más práctica, económicamente gratuita, pero sobre todo es lo NATURAL.
Es lo que nuestros bebés esperan al salir del útero y es la consecuencia directa y natural de un embarazo y nacimiento.
Así como nos preocupamos tanto de que nuestrxs hijxs dejen de comer ultraprocesados y nos preocupamos de que coman lo más natural posible, pues de la misma forma deberíamos hacerlo desde el día cero. Y esto es; lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses mínimo, luego agregar alimentación complementaria y lactancia hasta los 2 años o más. Pero de esto hablamos en otro post.