
Esta noche es la más larga del año.
Pero a partir de mañana todos los días, hay aproximadamente un minuto más de luz.
Por eso este es mi día preferido del año.
Porque ya llegamos al punto máximo de oscuridad. A partir de hoy sólo queda renacer. Re- iluminarnos.
Seguiremos atravesando la oscuridad, pero con la conciencia de que día a día, minuto a minuto vamos yendo hacia la luz.
Este día me da mucha esperanza. Lo espero ansiosa desde marzo.
El otoño hace que las cosas empiecen a morir. En invierno terminan de morir. Pero ya estaban muertas de antes.
Eso es lo que nos cuesta ver.
Que las cosas que se van, las personas que se van, las oportunidades que se van, ya se estaban yendo, antes de que nos diéramos cuenta.
Hoy sabemos que se terminarán de ir. Pero también que lo que viene no puede ser otra cosa que algo mejor.
Asique hoy lxs invito a reflexionar, a pensar, a sentar, a meditar, a qué me aferro.
A qué me agarro desesperadamente porque no me animo a adentrarme al vacío y la oscuridad que el invierno nos propone. Vacío que ya existe, pero que no queremos ver.
Si no hay vacuidad, no hay posibilidad de que algo nuevo nazca en primavera
Es hora de que dejemos ir las hojas que no sirven. Porque serán abono para las que vengan después.
Es hora de ir hacia adentro. De reflexionar. De mirarme
Esta noche, es hora de ver mi propia oscuridad, porque sólo así podré llegar a mi propia luz.
Esperé esta noche que me da esperanzas y me dice que sí, que hay algo más allá. Que lo que se está yendo y se terminará de ir ya no me es funcional. No me sirve. No soy yo.
Hay partes de mi que estuvieron muriendo estos 3 meses. Justo además, después de mi cumpleaños 4 días después del equinoccio de otoño.
Todo es perfecto.
La naturaleza es perfecta.
Y perfectos los ciclos de Vida-Muerte-Vida que ella nos propone.
¿Estás listx para gestar la semilla de tu nuevo Yo? Hoy es el último escalón. A partir de ahora sólo se puede florecer.